miércoles, 22 de mayo de 2019

El ocaso del Puerto de la Cruz


                            
                                                                                      Por Benjamín AFONSO

El Partido Popular en el Puerto de la Cruz, formación que preside el alcalde Lope Afonso, en coalición con Coalición Canaria (valga la redundancia) está demostrando una desidia preocupante en asuntos tan básicos como limpieza, vigilancia policial, conservación de jardines, recogidas de material de reciclaje, entre otros. De ello tampoco se libra el PSOE, Asamblea Ciudadana portuense e Izquierda Unida, todos en una oposición casi inexistente porque parecen haber renunciado al importante papel de fiscalización que han de mantener sobre el gobierno municipal. ¡Y mira que tienen temas para criticar la gestió!

Por ejemplo, es público y  notorio que la red viaria portuense está de pena. Socavones, señales de tráfico casi desaparecidas por el mal estado del pavimento, suciedad en las calles con papeles en la vías y perros de raza peligrosa y no tan peligrosos sueltos, sin que un policía exija a sus propietarios papeles de vacunación... Por no pedir, ni siquiera se interesan en exigir a sus propietarios retiren la mierda que van depositando por donde pasan.

Se trata de una situación de abandono deplorable, máxime cuando se trata de una ciudad turística como el Puerto de la Cruz. Los que conocimos la ciudad años atrás, observamos con preocupación el deterioro galopante que sufre nuestros paseos más emblemáticos.      
El caso más sangrante lo vemos en la Avenida Colón, el gran paseo que ejecutó en los años 60 el entonces alcalde, Isidro Luz  Cárpenter. Fue una obra de vital importancia para el desarrollo turístico  portuense y a pesar de los años transcurridos es, junto al Lago Martiánez, una obra emblemática que hay que cuidar con más esmero que en la actualidad.

Lo digo porque si Isidoro Luz proyectó esta Avenida para el ocio, disfrute   y esparcimiento de nuestros visitantes,  ese objetivo parece que se está perdiendo a pasos agigantados. Recorrer en la actualidad este  paseo entraña serios riesgos para los viandantes, especialmente para las personas mayores. En este caso tampoco se vislumbra la presencia de ningún policía que ponga un poco de orden en la zona. Lo digo porque produce agobio e inseguridad ver como el lugar viene siendo ocupado por ciclistas que circulan a toda velocidad, intentando esquivar a las personas que encuentran a su paso para no atropellarlas. Y a esto se suman los aficionados a las tablas,  recorriendo la avenida a velocidades considerables.    
   
Y ante este panorama los paseantes protestan, se incomoda, se encuentran indefensos porque la presencia de la autoridad brilla por su ausencia. Coincide esto con la denuncia que mi amigo, Juan Manuel García Ramos, hizo el otro día en Facebook porque estuvo a punto de ser atropellado por un ciclista cuando transitaba por un monte lagunero, creo que La Mesa Mota. Se quejaba Ramos de la situación de indefensión legal que se encuentran las personas en caso ser atropellado por un ciclista pues, ni tienen seguros y, si se dan a la fuga, no pueden ser identificados.

Se lamentaba Ramos, con razón, que los ayuntamientos deberían de tomarse en serio este problema, exigiendo responsabilidades legales a los ciclistas a la hora de circular, así como prohibirles transitar por determinadas zonas. Y ante sus reivindicaciones, que comparto en su totalidad, siempre surge el viejito de turno presumiendo de izquierdoso y antifranquista, manifestando en el mismo Facebook que “los vehículos producen más accidentes mortales y nadie los prohíbe”. Claro, son opiniones de los progres que inundan nuestros pueblos, de esos que empezaron a darse a conocer después de la muerte del dictador. Cuando vivía estaban cagados y sólo unos pocos nos atrevíamos a alzar la voz…     

Y si hablamos de los perros sucede otro tanto. Por las calles del Puerto sus propietarios pasean sus mascotas, permitiéndoles que hagan sus necesidades en plena vía pública, por lo que no es de extrañar que los paupérrimos jardines y zonas verdes estén llenos de mierda canina. Y todo esto ocurre -insisto- en el Puerto de la Cruz que vive única y exclusivamente del turismo y qué, inexplicablemente da una imagen más que lamentable a los visitantes. Y los  ciudadanos que sufren las consecuencias de este abandono se preguntan cómo, en otros municipios se aplican sanciones a los infractores de las normas municipales, mientras que aquí no se aplican y si existen se las pasan por el arco del triunfo. Además, se observa como algunos propietarios pasean sus mascotas, consideradas de raza peligrosa, sin bozal ni cadena… 

Lo dicho. Mira que los grupos políticos en la oposición tienen materia para criticar a los actuales gestores, pero parece que en la institución local se ha instalado el poco interés para lograr que el Puerto de la Cruz salga de una situación realmente caótica. Tanto, que da la sensación de estar viviendo de los réditos de antaño.
Por todo, existe entre la ciudadanía la impresión de que los políticos portuenses no conocen la realidad de la ciudad, ignoran sus verdaderos problemas. No son políticos- dicen- más bien son funcionarios que salen de su casa y se meten en su despacho. Si salen, lo hacen para asistir a una fiesta, o algún acto protocolario signado en el almanaque.

Lo más lamentable es que ahora, cuando las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina, alguien aconsejó al partido Popular que preside el alcalde, Lope Afonso, crear o incorporarse a plataforma tupuertodelacruz.com a través de Línea Verde para que los ciudadanos opinen sobre las carencias y necesidades portuense.
Basta echar un vistazo a las imágenes y opiniones que vierten los vecinos en la dichosa plataforma para darse cuenta del enorme cabreo, malestar y descontento que tienen. Si esta iniciativa se creó para conocer, en parte, el resultado de las próximas elecciones municipales, a los populares se les vislumbra un futuro nada halagüeño para el próximo 26 mayo.

 Claro, no hace falta ser muy avispado para darse cuenta que el bagaje con el que concurre el Partido Popular es poco interesante. Más bien nada interesante. En ese sentido, son numerosos los comentarios que califican la susodicha plataforma de “un insulto a la inteligencia”.

Considero que enumerar aquí los distintos sectores o zonas de la ciudad para denunciar las deficiencias resulta algo monótono y una pérdida de tiempo. Lo digo porque el deterioro es generalizado en todo el término municipal. Y de ello no se escapan jardines y alcorques, con plantas secas y llenas de hierbas. La misma imagen se repite en cada rincón. Si queremos medir el esfuerzo e interés que pone la clase política en general por embellecer nuestras plazas, paseos y zona de ocio, es suficiente con observar los jardines que hoy forman el solar que antaño ocupaba el Café Columbus. Nadie se esperaba una chapucería de tal categoría en un sector turístico tan importante. Una tonelada de piedras sacadas de la playa  Martiánez y una docena de plantas autóctonas distribuidas sobre el solar. La ventaja es que se trata de una vegetación de poco riego.  Con todo, lo más que destaca en este jardín, por llamarlo de alguna forma, son las palomas y los perros que cagan y mean a sus anchas. En definitiva, un espacio desaprovechado siendo lo más antiestético que se puede concebir…

Pero este estado de cosas no es novedoso. Al contrario, esto viene de años atrás. Después de las primeras elecciones municipales en democracia (entregaron las cuentas con 3.500 millones de las antiguas pesetas de superávit) la ciudad ha ido en decadencia, perdiendo interés para el turismo. Tras el primer gobierno democrático (Paco Afonso con el Psoe) ya comenzaron los déficits sin mostrar grandes inversiones ni acciones a favor del turismo ni de sus habitantes. Y todos los alcaldes, tanto del Psoe como de CC, y ahora el PP, han seguido con la misma tónica: endeudamiento y apatía.

Obras como Playa Jardín y Playa Martiánez…un desastre. Dos obras que no consiguieron el objetivo marcado: impulsar el turismo. Y no digamos la famosa depuradora de Aguas Residuales en Punta Brava…El Puerto de la Cruz sigue viviendo del Complejo del Lago Martiánez la gran obra de César Manrique, que necesita de una urgente modernización, siendo hoy su único santo y seña.  

En definitiva, sería interesante que nuestros políticos se dedicaran realmente por los problemas que sufre la ciudad. Una dedicación que se debe demostrar desde el primer día de la toma de posesión de sus respectivos cargos y no tres semanas antes de las elecciones. Si a la susodicha Plataforma se han incorporado otros 40 municipios y se encuentran en el estado que esta el Puerto, me da la sensación que en 40 municipios le están tomando el pelo a los ciudadanos.